Cultura México

Sede de varios de los principales escenarios de la cultura mexicana, el Distrito Federal es también un punto en el que se encuentran expresiones culturales de las diferentes regiones y grupos étnicos que forman parte de la nación. No obstante el hecho de ser el ámbito urbano más extenso del país, en la Ciudad de México las expresiones culturales milenarias conviven al lado de los símbolos de la modernidad. Cabe destacar que es una de las ciudades en el mundo con un elevado número de teatros y la primera en número de museos.
Un ejemplo de los nuevos escenarios es el Muac, primer museo público de arte contemporáneo en México. Se ubica en el Centro Cultural Universitario, dentro de la Ciudad Universitaria de la UNAM, concebido de forma integral (en su arquitectura, gestión, museología, interpretación) para el arte contemporáneo.

Festividades y otras expresiones de la cultura popular

El Distrito Federal es sede de importantes festividades a nivel nacional, que van desde la secular celebración del Día de la Independencia en el Zócalo hasta festividades de orden religiosa, como la Representación de la Pasión de Jesús en Iztapalapa, el Día de Muertos en Míxquic o las peregrinaciones a la Basílica de Guadalupe.
Todos estos sucesos atraen a cientos de miles de personas procedentes de todo el país y del extranjero a la capital. Algunas demarcaciones tienen calendarios saturados de festividades populares, como Milpa Alta cuyo número alcanza la cifra de setecientas fiestas anuales. Al lado de las tradiciones nativas del Distrito Federal, la inmigración ha contribuido a la integración en la cultura capitalina de eventos como la Guelaguetza, impulsada por los migrantes oaxaqueños, o bien la celebración del Año Nuevo Chino. A finales del siglo XX y principios del XXI, la globalización ha permitido la proliferación en la capital de expresiones extranjeras que se han mezclado con las preexistentes. Así, por ejemplo, es posible observar la iconografía del Halloween en los altares de muertos; grafitis introducidos por los migrantes que volvieron, y que forman parte del paisaje urbano del Distrito Federal, o bien las incontables reelaboraciones del rock que realizan grupos capitalinos, comerciales y subterráneos.
Aunque el Distrito Federal no destaca por su producción de artes populares, es posible encontrar, en sus calles, mercados y en otros sitios creados especialmente para el comercio de artesanía, una gran variedad de productos venidos de diversas partes del país, a los que se han sumado otros provenientes de Asia y de países como Guatemala y Ecuador. De la producción local, hay que señalar la producción textil de San Miguel Topilejo (Tlalpan).
La Ciudad de México cuenta con una gran tradición oral, que va desde los muy antiguos mitos como La Llorona, que supuestamente estaría relacionado con la Cihuacóatl mexica, hasta la leyenda, muy difundida en los hospitales capitalinos, de La Planchada, que versa sobre una enfermera espectral que sana milagrosamente a los muertos desahuciados a los que cuida.

Parques y bosques

Lago de Chapultepec.
 
La Ciudad de México cuenta con diversos parques y bosques, algunos de reserva natural protegida, que contrastan con edificios y árboles. Algunos de los principales parques y bosques ubicados en toda la Zona Metropolitana de la Ciudad de México son los siguientes:
De igual manera, existe una gran cantidad de parques, plazas y jardines en toda la ciudad, todos con una belleza extraordinaria.

Patrimonio artístico

La Piedra del Sol.
 
El Caballito, escultura de Carlos IV realizada por Manuel Tolsá.
 
Kiosco Morisco en la colonia Santa María la Ribera.
 
De antigüedad milenaria, el patrimonio cultural de la Ciudad de México contiene muestras significativas de las culturas que se han sucedido en el tiempo en su territorio. Los sitios arqueológicos en el Distrito Federal son muchos, aunque algunos de ellos son prácticamente desconocidos. Entre los más importantes hay que señalar a Cuicuilco, que posee la construcción más antigua de la entidad, y el Templo Mayor. En este último sitio se han encontrado piezas magníficas, como la estatua de Coatlicue o la Piedra del Sol, dos iconos representativos del arte mexicano precolombino. Y, aunque con la conquista se interrumpió la producción literaria de los pueblos nativos, algo de ella ha subsistido hasta nuestros días a través de las crónicas coloniales, que han sido investigadas y traducidas por autores como Ángel María Garibay Kintana y Miguel León-Portilla.
Aunque la colonización española significó la desaparición del modo de vida de los mesoamericanos, también implicó el punto de partida en la formación de la cultura mexicana de la actualidad.
En aquel tiempo tuvo lugar un proceso de mestizaje que se observó desde el idioma hasta las expresiones artísticas. Por ello, y sobre todo en el siglo XVI, la plástica y la arquitectura de la Ciudad de México y los pueblos aledaños —notablemente Xochimilco— fueron mezclando elementos indígenas y europeos. El Centro Histórico de la Ciudad de México se llenó de grandes construcciones a lo largo de su historia, al grado de que existen ahí 1.436 edificios históricos repartidos en 9 km² superficie, muchos de ellos de origen colonial. Esto ha valido para que el centro histórico fuese declarado Patrimonio cultural de la Humanidad por la Unesco. En otros sitios del Distrito Federal fueron construidas edificaciones religiosas —como el convento de La Asunción en Milpa Alta, la Catedral de Xochimilco o la Antigua Basílica de Guadalupe— y seculares —como el Castillo de Chapultepec o el Ayuntamiento de Coyoacán—. En la literatura, figuras como Sor Juana Inés de la Cruz y Carlos de Sigüenza y Góngora dieron brillo a las letras en lengua española.
El siglo XIX fue una época de constantes conflictos nacionales. Por ello, en la primera mitad de la centuria no se ejecutaron grandes obras arquitectónicas en la ciudad ni en sus inmediaciones. En contraste, el gobierno porfirista se empeñó en modernizar la ciudad, y para ello adoptó la moda arquitectónica francesa de la que son ejemplos el Palacio de Bellas Artes, el Palacio Postal y las colonias de clase media que se desarrollaron en el tiempo aquél, como la colonia Roma y Santa María la Ribera. En el siglo XIX, la Academia de San Carlos formó a muchos de los arquitectos y pintores mexicanos más representativos de la época, entre los que hay que señalar la obra pictórica del mexiquense José María Velasco Gómez, productor de una amplia colección de estampas del paisaje decimonónico del Distrito Federal. En la literatura destaca la novela El Periquillo Sarniento, de José Joaquín Fernández de Lizardi, la obra de los escritores liberales de la Reforma y poetas modernistas del Porfiriato, como Manuel Gutiérrez Nájera.

Calle del Centro Histórico.
 
Luego de que la Revolución se instaló en el poder, los gobiernos emanados de ella en la primera mitad del siglo XX se dieron a la tarea de fomentar la cultura como un mecanismo de legitimación. Obras arquitectónicas como el Edificio La Nacional (que fue el primer edificio de más de 50 metros habitable) en la ciudad, el Edificio El Moro, Torre Anáhuac, Torre Latinoamericana, Edificio Miguel E. Abed, Torre Insignia y la Torre de Tlatelolco pretendían dar una imagen de una ciudad moderna. Se construyeron obras públicas como la Ciudad Universitaria y se entubaron los ríos que pasaban por la zona central del Distrito Federal. Pero fue especial el desarrollo del muralismo mexicano con clara vocación socialista, entre cuyos principales representantes se encontraban Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco. El muralismo se proponía el desarrollo de un arte público que sirviera para instruir a las clases trabajadoras.
Aunque no participó del movimiento muralista, también hay que llamar la atención a la obra de la coyoacanense Frida Kahlo, compañera de Diego Rivera, que alcanzó fama mundial especialmente en la década de 1990, y a la de la catalana Remedios Varo, exiliada española cuya obra más importante se produjo en México.

Palacio de Bellas Artes.
 
Durante la segunda mitad del siglo XX y a principios del siglo XXI, han sido numerosos los proyectos de renovación de la arquitectura en la capital. Entre ellos hay que señalar la construcción de Santa Fe, la Torre Pemex, la Torre Prisma, la Torre del Caballito, la Torre WTC, la Torre HSBC, la Torre Libertad, la Torre Mayor y la Plaza Juárez, obras destinadas al alojamiento de sedes de importantes corporativos económicos y dependencias gubernamentales. En la escultura y en la pintura, a partir de 1970 hubo un rompimiento con las tendencias nacionalistas y el compromiso político del muralismo mexicano, cuestión en la que mucho tuvo que ver la crítica que el pintor José Luis Cuevas planteara en su texto La cortina de nopal. Por su parte, los escritores han intentado acercarse más a las cuestiones de la vida cotidiana, los problemas urbanos, pero también han convertido a la capital en escenario de las más variadas historias de ficción. Entre los ejemplos más representativos, hay que señalar la literatura de la onda, las crónicas de Carlos Monsiváis o la poesía de Efraín Huerta.

Museo Nacional de Arte (Munal).
 
En 1987, la Unesco inscribió al Centro Histórico y a Xochimilco en la lista del Patrimonio de la Humanidad, honor que se repitió para la Casa-Taller de Luis Barragán en el 2004 y para el campus de la Ciudad Universitaria de la UNAM en el 2007.

Gastronomía

En la Ciudad de México es posible encontrar una amplia gama de alimentos. Existen zonas especializadas en la oferta de comida preparada, como el caso de la colonia Condesa, donde han proliferado los pequeños restaurantes y cafeterías. En otros sitios de la ciudad es posible encontrar restaurantes internacionales y de alta cocina, que representan las tradiciones culinarias de países tan diversos como Francia, Italia, Portugal, Polonia, España (incluidas las cocinas regionales de Castilla, Asturias, Galicia y el país Vasco), Tailandia, Japón, Corea, China, Marruecos, Líbano, Perú, Argentina y Brasil. Desde luego, también existen importantes establecimientos dedicados a la gastronomía mexicana de todas las regiones del país.
En lo que respecta a la gastronomía local, la ciudad es resumidero de las tradiciones culinarias del país. La antigua tradición gastronómica del Valle de México ha venido desapareciendo, acompañada por una creciente dificultad para conseguir los ingredientes que eran nativos de la cuenca lacustre. En la actualidad, conseguir ahuautlehueva de mosquitos lacustre— es prácticamente imposible, amén de los patos silvestres y las guías de calabaza, que eran básicas en la gastronomía de Iztapalapa. El mixmolemole de pescado— que se prepara en Míxquic ha tenido que sustituir las lenguas de vaca —una especie de quelite— por acelgas, y los pescados nativos por carpas.
Por otra parte, el Distrito Federal es sede de eventos gastronómicos de envergadura nacional, como la Feria Nacional del Mole, que se celebra durante las tres primeras semanas de octubre en San Pedro Atocpan (Milpa Alta).

Deportes

Interior del Estadio Azteca.
 
Vista nocturna del Estadio Olímpico Universitario (Ciudad Universitaria).
 
En el Distrito Federal se alojan algunas de las instituciones deportivas más importantes del país. Es la sede del Comité Olímpico Mexicano, de la Escuela Nacional de Educación Física y de la Escuela Nacional de Entrenadores Deportivos. Cuenta con varias unidades deportivas, de entre las cuales la mayor es La Magdalena Mixiuhca, construida en lo que fueron los ejidos del pueblo del mismo nombre (en Iztacalco). Justo es en este espacio donde se encuentran instalaciones como el Autódromo Hermanos Rodríguez, el Foro Sol, el Palacio de los Deportes, el Velódromo Olímpico y la Sala de Armas. En otras partes de la ciudad se encuentran una Alberca y Gimnasio Olímpicos (Benito Juárez), la Pista Olímpica de Canotaje (Xochimilco), así como tres estadios de fútbol (o futbol, sin acento escrito, que es como suele escribirse en México): el Azteca, el Azul y el Olímpico Universitario.
La Ciudad de México fue sede en 1968 de los Juegos Olímpicos, en los que la delegación deportiva nacional cumplió la mejor actuación de su historia, con nueve medallas en total. Fue además la única ciudad latinoamericana sede de unos juegos olímpicos.
En 1970 y 1986 también fue una de las ciudades mexicanas en las que se realizaron los partidos de las dos copas mundiales de futbol, donde se incluyeron los dos juegos de la final. Fue, junto con Roma, la única ciudad sede de dos finales. La Ciudad de México es la ciudad con más partidos de Copa Mundial de Futbol (24).
Además, ha sido sede de los Juegos Panamericanos en 1955 y 1975, de los Juegos Centroamericanos y del Caribe en 1926, 1954 y 1990, así como de la Universiada de 1979.
La Ciudad de México es la sede de algunos equipos de primera división de la Liga mexicana de fútbol: Club América, Cruz Azul, Pumas de la UNAM. Dentro de la ciudad está el Estadio Azteca, sede del Club América y de su filial el Club Socio Águila F.C., con capacidad de hasta 110.000 espectadores.
El Distrito Federal también es sede del mejor equipo en la historia de la Liga Mexicana de Béisbol: los Diablos Rojos del México, los cuales han ganado 14 títulos y juegan en el Foro Sol de la Ciudad Deportiva.
La NASCAR organiza desde el 2005, la competencia anual Busch Series races en el Autódromo Hermanos Rodríguez, dentro de la ciudad.
En abril de 2008 se disputó en el Campo Marte de esta ciudad el Campeonato Mundial de Polo, que es la cita máxima del polo a nivel selecciones nacionales.
En cuanto a fútbol americano, la Ciudad es sede de los legendarios equipos de Liga Mayor Pumas CU UNAM, Águilas Blancas del IPN y Burros Blancos IPN, que compiten en la Conferencia del Centro de la ONEFA. Adicionalmente, también se encuentra aquí el equipo de Borregos Salvajes del ITESM Ciudad de México, única escuadra capitalina que participa en la Conferencia de los 6 Grandes en la lucha por el campeonato nacional de este deporte.
En 2005, la Ciudad de México se convirtió en la primera ciudad en ser sede de un partido de temporada regular de la NFL fuera de los Estados Unidos, partido jugado en el Estadio Azteca. Los 103.467 espectadores que asistieron a este partido es la cifra más alta en toda la historia de la NFL para un juego de temporada regular.

Medios de comunicación

  • Prensa. Es sede de los periódicos de circulación nacional El Universal y Excélsior, entre otros. Entre los periódicos locales sobresalen La Jornada y Reforma que, por su influencia y visibilidad, son considerados a veces como pares de los periódicos nacionales. Además, circulan muchas publicaciones de enfoque específico, ya sea éste deportivo, policiaco, de historieta, cultural y prensa gratuita.
  • Radio. Hay 60 emisoras de radio en amplitud y frecuencia moduladas y de onda corta. Muchas de las estaciones de radio en el Distrito Federal han funcionado por muchos años, y algunas han dado paso a programas y eventos histórico-culturales, desde Cri-cri hasta la radioactuación. En la actualidad presentan una variedad de selecciones y servicios.
  • Telefonía celular. Nueve compañías de telefonía celular operan con cerca de 12.800 repetidoras de onda a lo largo de la ciudad y son Telcel, Movistar, Iusacell, Nextel, etc.
  • Televisión. Cuenta con once canales de televisión abierta, y un mercado muy competido de servicios de televisión por cable (más de 1700 canales) en los que destacan Cablevisión y Sky de Grupo Televisa, Mastv y Dish de MVS Comunicaciones. Las emisoras televisivas nacionales mexicanas tienen su sede en está ciudad, destacando Televisa (Chapultepec, San Ángel y Santa Fe) y TV Azteca (Ajusco); además de las emisoras culturales Canal 11, Canal 22 y TV UNAM.
  • Internet. El 2 de abril del 2007, la compañía china de telecomunicaciones ZTE y el gobierno de la ciudad llegaron a un acuerdo para que ZTE brindara servicio inalámbrico de Internet en toda la Ciudad de México. Se acordó que esta medida iniciaría en el 2008, y la compañía ZTE ya reside en algunas oficinas ubicadas en la misma ciudad.